Que ironia tiene la vida y que mala suerte tiene ese pueblesito de nosotros, que hasta su propio hijos se burlan de el en su propia cara. De que te vale andar pregonando orgullosamente que eres de Cotui cuando en realidad ni el ni ningun otro artistas, ni ningunos de nuestros grandes ligas ni ningunos de esos grandes negociantes.
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