NUEVA YORK._ Explotando en un incontenible llanto y abrazándose fuertemente a sus familiares más cercanos, después que el juez John Cataldo de la Corte Suprema de Manhattan, ordenara su descargo, el dominicano Fernando Bermúdez, no pudo controlar la emoción, reafirmando su declaración de inocencia de hace casi dos décadas.
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